Desde tiempos inmemoriales (en tiempo informatico) el programar con Delphi ha sido un estandarte que muchos hemos portado con orgullo en todo el mundo, como una elección que tiene tres cuestiones principales, (1) una idea en principio inovadora y realmente funcional que muchos copiaron: el verdadero "Rapid Application Development", (2) el ir en contra de la corriente, de la masa que se deja arrastrar al lado oscuro del "monopolio perverso", y sentir que caminas por el lado correcto, el lado que conserva el viejo sentido de "La verdad os hara libres", mientras que, (3) no dejar de tener ganancias por eso, se sigue aprovechando el instinto de conservación, el seguir avanzando con paso firme hacia el mundo empresarial, es decir, sin que una de nuestras motivaciónes deje de ser el tener ganancias por nuestro desempeño profesional.
Ahora mismo, tengo la sensación de que ese ideal se ha desvirtuado por un exceso de expectativas, y que ahora ese concepto se muestra mas como un idea mediocre que como la opción del punto medio.
Pareciera que el mundo decidió abandonar el ideal y radicalizarse, tomar partido y volverse de algún bando: por un lado la corriente Open Source, que conjunta esfuerzos individuales en una gran concierto que genera soluciones para todos gustos tendientes a la innovación, y por otro lado, la corriente menos innovadora pero mucho mas disciplinada, motorizada por el capital de la empresa mas grande y fuerte mas que por el mismo desarrollador. De repente Delphi se ve ahogándose entre estas dos corrientes, pues su compañía (al menos su ex-compañia Borland) parece destinada a no aprovechar ni la fuerza de la masa, ni la masa de la fuerza.
En lo particular, pienso que CodeGear (la nueva compañia de Delphi, engendro renovado de Borland) debe radicalizar el concepto de Delphi, y atacar desde alguna trinchera, no puede quedarse a fuego cruzado, esperando tener éxito por su sola disposición hacia el desarrollador.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario